miércoles, 20 de agosto de 2008

Instrumentos de la noche - THOMAS H. COOK

Riverwood es una apacible comunidad que Allison Davies, su propietaria, ha transformado en refugio para escritores y artistas. Un lugar hermoso y paradisíaco que en una ocasión fue escenario de un terrible crimen sin explicación ni castigo: el asesinato de la joven Faye Harrison, la mejor amiga de Allison. Ahora, cincuenta años más tarde, Allison quiere encontrar las respuestas a ese misterio que truncó para siempre su felicidad y la paz de Riverwood. Para ello contrata a Paul Graves, un escritor de novelas policíacas de culto cuyos personajes tenebrosos fascinan al público.


Si hay un autor de policíaca que despierte en mí tanta admiración rendida como pueda suscitar cualquier luminaria de la literatura clásica, es Thomas H. Cook. Este superdotado creador de atmósferas y personajes turbios se ha dedicado a cultivar con inigualable talento una mezcla de thriller, novela gótica e historia de sugerentes misterios que hasta ahora le ha dado excelentes resultados, con obras tan recomendables como "El misterio de la Laguna Negra", "Las orquídeas" o esta obrita maestra que es "Instrumentos de la noche", quizás de sus novelas, de las pocas que caen en la tentación de jugar con las percepciones del lector hasta su mismísimo (y apabullante) final.

Los signos de identidad de Cook gozan de inmejorable salud: su estilo recargado, profuso en detalles descriptivos y fantasmagorías sugeridas, nunca mostradas, se somete a la perfección a una historia que se desarrolla en dos vertientes: por un lado, la resolución de un crimen acaecido hace cincuenta años, el de la jovencita Faye Harrison y por otro, los recuerdos que atormentan al protagonista, el escritor Paul Graves, testigo de la terrible muerte de su familia a manos de unos desconocidos. Cook envuelve a todos estos personajes y sucesos de un ambiente de espléndido y evocador misterio -pocos escritores del género manejan con tal habilidad esa capacidad de suscitar lo sombrío y lo enigmático- que no sólo provoca en el lector suficiente interés como para dejarse enredar hasta la resolución final, sino también proporciona el placer de leer una prosa de muy alto nivel literario.

Quizás no es el mejor libro para recomendar a aquellos que anden buscando sustos, persecuciones trepidantes o pasajes de infarto, pero sí a cualquiera que aprecie el valor de una obra literaria bien construida y a todos los que disfruten de sumergirse en la atmósfera, más que en los hechos.

DATOS DEL LIBRO
TÍTULO: "INSTRUMENTOS DE LA NOCHE"
AUTOR: THOMAS H.COOK
EDITORIAL:UMBRIEL
AÑO: 1998
PUNTUACIÓN***** ( CINCO DISPAROS)

jueves, 14 de agosto de 2008

Sherlock Holmes y la sabiduría de los muertos - Rodolfo Martínez


"He dicho a menudo, Watson, que cuando se ha eliminado lo imposible, lo que queda, por improbable que pueda parecer, es la verdad. Pero, ¿qué sucede cuando no se puede eliminar lo imposible?"
Siguiendo un extraño caso de suplantación de personalidad, el famoso detective londinense se ve envuelto en una feroz intriga entre sectas luciferinas, la legendaria Amanecer Dorado y la francmasonería egipcia, por la posesión del grimorio definitivo, el libro que abre las puertas del infierno, conocido bajo muchos nombres: Al Azif, el Libro de lo que dicen los Espíritus del Desierto, el Libro de los nombres muertos... o el Necronomicon.
Rodolfo Martínez coloca frente a frente a dos de los grandes mitos literarios de todos los tiempos: el detective de Baker Street y el solitario de Providence. El resultado es una apasionante narración que podría estar firmada por aquel fotógrafo de hadas y aficionado al espiritismo llamado Arthur Conan Doyle.

¿Es posible amar a un ser de ficción? Oh, sí. Y mi amor absoluto por el señor Holmes me ha durado mucho más que el que he sentido por algunas de mis parejas...Frío, altivo, infantilmente egoísta, implacable y lógico, genial en suma, el investigador creado por Arthur Conan Doyle es probablemente una de las personalidades literarias más atractivas del género detectivesco. En el lado negativo, siempre se le achacó una cierta misoginia (aunque es discutible, ahí está la historia de Irene Adler para demostrarlo y además, sus exquisitos modales ante las féminas con las que se va cruzando en sus aventuras), amén de tendencias misantrópicas que sólo exceptúan a su fiel amigo Watson, al que le une no sólo una amistad a prueba de bomba, sino también un descompensado juego de roles en el que el buen doctor no sale precisamente favorecido. En fin, parte de la habilidad con que está construido el personaje de Holmes parte de la base de que es un ser humano y como tal, está compuesto tanto de virtudes como de defectos a partes iguales.

Lo conocimos y lo amamos a través de sus casos, algunos menos prominentes, otros, como ocurre con "Estudio en escarlata" o "El sabueso de los Baskerville", emocionantes e inolvidables, pero con la muerte de Doyle, se acababa el invento. Quedaba conformarse con sucedáneos de escasa categoría o disfrutar de otros autores igualmente interesantes pero sustancialmente distintos. Hasta ahora.

Me preguntó si Doyle, gran aficionado al espiritismo, pudo imaginar alguna vez que se le invocaría con tal habilidad a través del talento y la afortunada devoción de Rodolfo Martínez. Su interiorización del mundo de Holmes y Watson, su capacidad para recrear con exactitud el estilo, la atmósfera, los diálogos de las aventuras del detective, son asombrosas y conceden al lector el invaluable regalo de encontrarse una vez más con unos viejos y queridos amigos a los que ya había dado por perdidos para siempre. Martínez no se limita a ampliar las fronteras del mundo holmesiano con nuevas aventuras, sino que además se atreve con la fusión de dos géneros tan atractivos como son el detectivesco y sobrenatural, mezclando, por poner un ejemplo que a algunos les hará la boca agua, las clásicas aventuras del detective con el trasfondo de las fabulaciones lovecraftianas.

Fusión ésta de la que sale muy airoso, a pesar de que la primera aventura que se narra en el libro("Sherlock Holmes y la sabiduría de los muertos") se me quedó muy corta y eché de menos algo más de desarrollo. La segunda, sin embargo, se me queda escasa de ambiciones, aunque me gustan los guiños a Stoker. Y la tercera, es un caso estándar de Holmes que además de constituir un excelente ejercicio de estilo, va un poco más allá y evidencia lo que Doyle podía insinuar, pero nunca acababa de revelar.

La evaluación general es buena, deja un gran sabor de boca y además provoca el gusanillo de la adicción. Por fortuna, el autor no se ha quedado en este libro y tiene publicados varios más, esperemos que del mismo nivel que el primero. Seguiré informando.


DATOS DEL LIBRO
TÍTULO: "SHERLOCK HOLMES Y LA SABIDURÍA DE LOS MUERTOS"
AUTOR: RODOLFO MARTÍNEZ
EDITORIAL: BIBLIÓPOLIS
AÑO: 2004
PUNTUACIÓN**** ( CUATRO DISPAROS)

jueves, 10 de abril de 2008

Bajo los vientos de Neptuno - Fred Vargas

El comisario Adamsberg se dispone a cruzar el Atlántico para instruirse en unas nuevas técnicas de investigación que están desarrollando sus colegas del otro lado del océano. Pero no sabe que el pasado se ha metido en su maleta y le acompaña en su viaje. En Quebec se encontrará con una joven asesinada con tres heridas de arma blanca y una cadena de homicidios todos iguales, cometidos por el misterioso Tridente, un asesino fantasmal que persigue al joven comisario, obligándole a enfrentarse al único enemigo del que hay que tener miedo: uno mismo. Adamsberg esta vez tiene problemas muy serios

Asombrosa escritora y asombrosa novela.

Se me ocurren muy pocos autores de novela policíaca que yo conozca que sean capaces de comenzar una novela con un tipo mirando una caldera estropeada y convertir esas líneas en algo fascinante. Fred Vargas, una escritora con excelente prensa a la que yo no había tenido ocasión de leer hasta hace unos días, ofrece novela policíaca de soberbia composición y mejor prosa, a un nivel literario que los asiduos al género no estamos acostumbrados a disfrutar.

En la historia que se relata con el sugerente nombre de "Bajo los vientos de Neptuno", Vargas nos propone un juego criminal tan inverosímil como bello y divertido, la persecución de un asesino muerto que sigue cobrándose víctimas con la ayuda de su tridente, psicótico Neptuno cuyo pasado está estrechamente relacionado con el del protagonista de la novela, el inspector Jean-Baptiste Adamsberg. Con la ayuda de su subordinado Danglard, Adamsberg recorrerá un camino sembrado de maravillosos delirios, desde las mañas de una anciana hacker hasta la monstruosa ductilidad de una imaginativa policía, pasando por los rifirrafes cómicos propiciados en el encuentro con la policía de Quebec, cuya galería de personajes no tiene desperdicio. Y es que Vargas tiene verdadero talento para esbozar personajes en pocas líneas, caracteres a veces disparatados y a veces melancólicos que podrían haber salido de la pluma de un Daniel Pennac imbuido del espíritu de Agatha Christie.

La trama es rocambolesca, como ya se ha dicho antes: hay que considerar que aquí no se pretende hacer nada parecido a la realidad, esto es ficción y ficción de la buena. Vargas es soñadora y juguetona, incluso algo peliculera y sin embargo se le perdona porque es una excelente novelista, que ofrece evasión a un nivel del que carecen la mayoría de los escritores de best-seller. Ya sólo por eso, merece la pena seguir sus pasos muy de cerca y hacerse con otros libros de la colección Adamsberg y leerlos, a ser posible, en su espléndido francés original.

DATOS DEL LIBRO

TÍTULO: "BAJO LOS VIENTOS DE NEPTUNO"

AUTOR: FRED VARGAS

EDITORIAL: PUNTO DE LECTURA

AÑO: 2008

PUNTUACIÓN***** ( CINCO DISPAROS)

miércoles, 13 de febrero de 2008

4 de julio - James Patterson

Por primera vez en su vida, Lindsay se sienta en el banquillo de los acusados. Un tiroteo en el que las cosas salieron mal, una copas de más, una jovencísima delincuente muerta, un muchacho condenado a una silla de ruedas... Y la policía más famosa de San Francisco en el ojo del huracán. Acosada por los medios de comunicación, con el único apoyo de su abogada y de sus viejas amigas y compañeras de muchos casos Cindy y Claire, Lindsay busca descanso en el pequeño pueblecito rural de Half Moon Bay. Pero el crimen parece ir a buscarla allí donde esté: pronto comienzan a aparecer cadáveres en la tranquila localidad, cuerpos acuchillados que recuerdan sospechosamente a uno de sus primeros casos como policía, varios años atrás. A partir de ese momento, la detective se enfrenta a un doble reto: defender su carrera y su dignidad en el estrado, y defender su vida en las calles.

Estamos aquí ante un clarísimo ejemplo de cómo no se debe hacer novela policíaca. Nada extraño si se tiene en cuenta que el autor de "El coleccionista de amantes", "La hora de la araña" y "Mary, Mary" es un escritor cinematográfico en el peor sentido de la palabra. Su narración tira del tópico, dando la impresión de repetir esquemas mil veces vistos, desde la aparición del primer cadáver y la descripción de las impresiones de la protagonista, hasta el efectista -más no efectivo- final. Patterson comete el error -una vez más- de recurrir a capítulos muy cortos, donde queda en evidencia su falta de ímpetu literario, su prosa simplista y un cutre planteamiento de best-seller malo que da un nuevo significado a la expresión "falta de pretensiones". Eso sí, aquí hay de todo: tenemos una primera escena impactante (quizás lo mejor de la novela), un juicio sensacionalista, persecuciones, tiroteos, asesinos psicópatas y alguna que otra escena amorosa entre la protagonista, Lindsay y su noviete. Cualquier intención de realismo brilla por su ausencia. La presentación de los personajes es nula, la empatía con el lector, cero.

Lo poco bueno que se puede decir de la novela es que, debido a su cortedad y a su ritmo incansable y artificial, no aburre.

DATOS DEL LIBRO
TÍTULO: "EL 4 DE JULIO"
AUTOR: JAMES PATTERSON
EDITORIAL: UMBRIEL
AÑO: 2006
PUNTUACIÓN* ( UN DISPARO)