jueves, 18 de octubre de 2007

El camino blanco - John Connolly



"En Carolina del Sur, un joven negro se enfrenta a la pena de muerte acusado de haber violado y asesinado a Marianne Larousse, hija de uno de los hombres más ricos del estado. El caso, que nadie quiere investigar, hunde sus raíces en un mal que se remonta a un pasado remoto, el tipo de misterio que se ha convertido en la especialidad del detective Charlie Parker. Éste ignora que está a punto de sumergirse en una auténtica pesadilla y de introducirse en un escenario teñido de sangre en el que se mezclan el espectro asesino de una mujer encapuchada, un coche negro que espera a un pasajero que nunca llega, y la complicidad tanto de amigos como de enemigos en los sucesos que rodean la muerte de Marianne Larousse. Más que una investigación, es un descenso a los abismos, un enfrentamiento con las fuerzas oscuras que amenazan todo aquello que Parker ama."



Connolly, autor que entró en el género policíaco-esotérico con la primera novela de la serie Charlie Parker, "Todo lo que muere" me interesa lo suficiente como para estar ojo avizor cada vez que publica un trabajo nuevo. Por desgracia, a medida que el autor americano se desmarca de la novela negra sureña y entra en terrenos que podíamos considerar como de fantasía, empieza a perder parte de su fuelle literario, a causa de unos argumentos enmarañados que mezclan a Satán con la mafia, las reliquias históricas con los ángeles caídos, bellas torturadoras con guerras entre el Bien y el Mal, así, con mayúsculas. Pero todavía, "El camino blanco" conserva la curiosa magia que desplegó Connelly al principio de la serie: una fórmula vudú que conjuga el ambiente fanático, asfixiante de Carolina del Sur, torturados y complejos personajes, apariciones fantasmales, psicópatas aterradores y sangre, mucha sangre humana. Con un potentísimo flash-back en el que se narra la quema de un pobre hombre por parte del Ku Klux Klan, Connolly retoma los cabos sueltos que ya dejara en "Todo lo que muere" y "Perfil asesino" y rescata al carismático Reverendo Faulkner, uno de los serial killer más atroces vistos en novelas de esta categoría (a Hannibal Lecter me remito). Esto quiere decir que, lectores que tengan interés por familiarizarse con el autor, deberán empiezar por el primer libro, ya que los volúmenes que componen la serie no se pueden ni se deben leer de forma independiente.
Volviendo a "El camino blanco", Connolly magnifica sus mejores recursos aquí: tanto la descripción de atmósferas y paisajes con malsano detallismo (las correspondientes a los pantanos consiguen realmente meter al lector entre los hediondos vapores y la vegetación podrida del lugar) como unos diálogos espléndidos -la entrevista de Charlie Parker con Faulkner es antológica- y la irrupción de elementos sobrenaturales que fuera de rebajar el tono de la novela, acrecentan la sensación de misterio y poderes más allá de la comprensión humana que el autor lleva insinuando desde que comenzó la serie. Lástima que la lectura avance en ocasiones a trompicones, detentando las debilidades de una ambición narrativa muy gruesa, que quiere abarcar demasiado y finalmente se queda corta. A Connolly le pierden las tramas arácnidas, con lo que le cuesta mucho recoger los hilos que ha ido desperdigando a lo largo de sus novelas. En "El camino blanco" lo consigue con mayor prestancia que en sus anteriores novelas y nos cierra la historia con limpieza y sin dolor, dejando el buen sabor de boca de una lectura satisfactoria, incluso emocionante.

DATOS DEL LIBRO
TÍTULO: "EL CAMINO BLANCO"
AUTOR: JOHN CONNOLLY
EDITORIAL:TUSQUETS
AÑO: 200
PUNTUACIÓN**** ( CUATRO DISPAROS)

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